lunes, 27 de septiembre de 2010

De amores, poetas y pathos contemporáneos

Mientras leía un poco vino a mi cabeza, con alguna familiaridad extrajera, la idea de que estamos en un tiempo en el que se propagan los amores contrariados. Sin embargo esto me tiene a mal traer hace días, porque no termino de comprender de qué hablamos cuando hablamos de estos amores. ¿Son aquellos, según plantea Kierkegaard, en donde el obstáculo está puesto afuera de los que le sucede a los amantes? Explica en su ensayo acerca del amor y la religión que, si en algún punto, el obstáculo fuera situado a nivel de alguno de los amantes, ya pasamos a otro terreno que el del amor desdichado, así llamado por él. Estaríamos entonces en una zona que no ocupa al poeta, porque sin pathos no hay amor (excepto aquel pasablemente feliz) y no hay poesía, refiere. El pathos, entonces, reside en dificultades externas (distancias, enfermedades, enemigos, etc..) y no en lo que podríamos pensar hoy día como la neurosis de cada cual. Digamos, se me ocurre que hoy estamos un poco mejor dispuestos a pensar que el problema se encontraría en las comisuras del ser de un amante, o en la relación misma. Yo pienso que la poesía contemporánea elige la verdad más allá de la idealidad. Al ir más allá de las travesías por las que circula el amor desdichado, ha encontrado que más desdichado es aquel amor que no puede desenvolverse con libertad por el “No sos vos, soy yo” y esto, diría yo, es tanto más desafortunado que lo que sucediera en la tragedia misma shakesperiana. Muchos podríamos dar testimonio de este tipo de pathos que circula en lo cotidiano. Es decir, hoy tenemos un acercamiento a lo que en realidad pasa, la inmediatez y la dialéctica, el desencuentro, el malentendido y, por suerte, la poesía sigue circulando y recreándose con este material. Importa más supongo, habitar y desentrañar los impedimentos, inhibiciones y angustias que avasallan al ser humano que, a pesar de todo, sigue buscando el amor “pasablemente feliz”, diría mi filósofo del día, feliz diría yo, que estoy un poco esperanzada a pesar de que la esperanza la dejé guardada en la cajita... ¿o la dejé salir? No recuerdo.

2 comentarios:

  1. siempre me gustan... "pasablemente feliz"...jaja es una buena idea ;)

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  2. Es interesante lo que plantea este filósofo, y entretenido para leer. Dice también: " Las relaciones del poeta con la musa son muy diferentes de las relaciones conyugales, y las musas con todo cuanto les es propio en su calidad de seres sobrenaturales, harán mejor manteniéndose a distancia." Es muy interesante como deja al poeta, al heroe y la musa de un lado, separando esto que es su tema de estudio del amor "pasablemente feliz" que para él no representa demasiado problema: " que se case con ella y no se volverá poeta (...) Aun cuando no toda niña pueda hacer de un hombre un poeta, toda mujer puede, sin embargo, impedir a un hombre que llegue a serlo si se casa con ella."

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